La cirugía plástica es una especialidad médica que se enfoca en la reconstrucción, reparación y mejora de la apariencia física de una persona, así como en la restauración de la función de los tejidos y estructuras del cuerpo. Esta especialidad se divide en dos ramas principales:

Cirugía Plástica Reconstructiva:
Objetivo: Restaurar la forma y función de partes del cuerpo que han sido afectadas por enfermedades, traumatismos, infecciones, tumores o malformaciones congénitas.

Procedimientos comunes:
Reconstrucción mamaria: Después de una mastectomía.
Reparación de quemaduras: Incluye injertos de piel y reconstrucción de tejidos.
Corrección de defectos congénitos: Como el labio leporino y paladar hendido.
Reconstrucción de tejidos y estructuras dañadas: Como la reconstrucción de la cara o las extremidades después de un trauma.
Cirugía de mano y microcirugía: Reparación de nervios, tendones, y reconstrucción de partes pequeñas del cuerpo.

Cirugía Plástica Estética (o Cirugía Cosmética):
Objetivo: Mejorar la apariencia física del paciente según sus deseos, y no necesariamente por razones médicas.

Procedimientos comunes:
Rinoplastia: Cirugía de la nariz para cambiar su forma o tamaño.
Liposucción: Eliminación de depósitos de grasa en áreas específicas del cuerpo.
Abdominoplastia: Reducción y tonificación del abdomen.
Aumento, reducción o levantamiento de senos.
Lifting facial: Rejuvenecimiento del rostro y cuello.
Blefaroplastia: Cirugía de los párpados para mejorar la apariencia de los ojos.

La cirugía plástica, tanto reconstructiva como estética, requiere una comprensión profunda de la anatomía humana, la técnica quirúrgica y la estética. Los cirujanos plásticos trabajan para mejorar la calidad de vida de sus pacientes, ya sea restaurando la funcionalidad o mejorando la apariencia física para aumentar la autoestima y el bienestar emocional.